En la noche del 13 de noviembre, el precio de Bitcoin descendió por debajo de los 99.000 dólares, rompiendo una tendencia de resistencia que había mantenido durante la última semana. Al momento de redactar este informe, la principal criptomoneda se cotiza en torno a los 98.400 dólares, lo que representa una caída del 3% en las últimas 24 horas.
Desde el 11 de noviembre, el activo ha mostrado un debilitamiento sostenido. Tras retroceder desde los 107.000 dólares hasta los 102.000, el 12 de noviembre logró recuperar momentáneamente los 105.000 dólares, pero una nueva corrección hasta los 101.000 impidió superar la barrera psicológica de los 100.000 dólares. Incluso la finalización del cierre parcial del gobierno de Estados Unidos no logró frenar la presión bajista en el mercado.
De acuerdo con Glassnode, antes de la caída, los tenedores a largo plazo (LTH) incrementaron su toma de beneficios, mientras los inversores alcistas intentaban defender la zona de los 100.000 dólares. Datos de CryptoQuant revelan que en los últimos 30 días los LTH vendieron aproximadamente 815.000 BTC, la cifra más alta desde enero de 2024. Los investigadores de Arkham añadieron que el veterano inversor en Bitcoin, Owen Ganden, vendió activos por valor de 290 millones de dólares, manteniendo todavía criptomonedas valoradas en 250 millones.
Según CoinGlass, las liquidaciones totales en el mercado alcanzaron los 500 millones de dólares en las últimas 24 horas, de los cuales 411 millones correspondieron a posiciones largas.
La caída de Bitcoin generó descensos en la mayoría de las criptomonedas del top 10 por capitalización. La excepción fue XRP, que mantuvo cierta estabilidad gracias al impulso positivo por el lanzamiento de un fondo cotizado (ETF). El índice de miedo y codicia de las criptomonedas descendió a 15 puntos, señalando un clima de “miedo extremo”.
Analistas de QCP Capital han señalado anteriormente factores que podrían sostener el precio de Bitcoin hasta finales de año.