El director de la división de criptomonedas de BlackRock, Robert Mitchnick, declaró que la mayoría de los inversores institucionales no considera a Bitcoin como una herramienta de pago al tomar la decisión de adquirir este activo. Según sus palabras, para la mayoría de los clientes, la primera criptomoneda se percibe como “oro digital”, un activo destinado a la conservación a largo plazo y la protección de valor, mientras que sus capacidades de pago siguen siendo un factor secundario.
Mitchnick señaló que esta posición de los participantes del mercado no excluye una futura expansión del uso de Bitcoin en el ámbito de las transacciones. Sin embargo, calificó la perspectiva de su aplicación masiva en pagos cotidianos como “más bien especulativa”. En su opinión, para que este escenario sea posible, serán necesarias mejoras tecnológicas significativas, incluyendo la ampliación de la red principal y el desarrollo de soluciones de segunda capa como Lightning Network.
Al mismo tiempo, el representante de BlackRock destacó el papel sólido de las stablecoins en el mercado de servicios de pago. “Han conquistado un lugar importante en el ámbito de las transferencias de dinero, ofreciendo un mecanismo eficaz y conveniente para mover fondos”, aseguró Mitchnick. A su juicio, los activos digitales estables poseen un gran potencial que podría ir más allá del ecosistema de las criptomonedas, abarcando pagos minoristas y corporativos, transferencias transfronterizas, así como operaciones en los mercados de capital.
En septiembre pasado, Mitchnick ya había advertido sobre el error de clasificar a Bitcoin como un activo de alto riesgo, a pesar de su frecuente correlación con el mercado bursátil.